El maquillaje más caro del mundo tras el burka
Las mujeres de Arabia Saudí son las que más gastan en maquillaje y cosmética del mundo. Cuando se quitan el nicab, solamente frente a otras mujeres o sus maridos, dejan al descubierto rostros maquillados al detalle con cosméticos de alta gama.



Fuente de las tres imágenes: Pinterest
A muchas de ellas solo podemos verles los ojos, lo que hace que potencien esta parte del rostro con lápiz negro y grandes cantidades de rímel. La mayoría de las capitales árabes disponen de tiendas especializadas en maquillaje de alta gama y se han llegado a crear marcas de cosmética con certificado “Halal”, palabra árabe que significa permitido y legal según la Sharia. Estos productos tienen que estar realizados con ingredientes permitidos por el islam, y no pueden estar genéticamente modificados ni tener el más mínimo contacto con sustancias “impuras”, como el alcohol o los animales, en el proceso de packaging.

Fuente: Agencia Reuters
En el caso de que haya el más mínimo porcentaje de sustancias animales, estas deben haber sido obtenidas siguiendo el rito musulmán, que reglamenta que estos animales han sido sacrificados por un matarife. En caso de que un producto no posea tal acreditación, el musulmán no lo consumirá.
Sin embargo, los sectores más tradicionales del país se oponen a su uso, afirmando que “provocará a los hombres”, aunque apenas puedan verles los ojos. La historia del maquillaje en el mundo árabe tiene siglos de idas y venidas. Hace apenas unos años el maquillaje era tratado como un producto de contrabando, y solo las mujeres más adineradas podían acceder a él. Hoy en día, casi todas las mujeres árabes lo usan a diario y, aunque solo pueda apreciarlo sus maridos y el resto de mujeres en un lugar cerrado, lo consideran un símbolo de rebeldía en un régimen que controla todos los aspectos de su vida.

Mujeres entrando a un establecimiento de cosmética/Fuente: Reuters

Fuente: Maxinhy

Mujeres con niqab y bolsos caros/Fuente: Hassan Ammar
No escatiman en gastos, y las peluquerías y salones de estética son sus templos. Cada día, las mujeres de familias “más liberales” pasan allí horas y se libran de sus largas y tupidas telas para mostrar al resto de mujeres sus ropas, al más puro estilo occidental. En ese ambiente de confianza eligen sus productos cosméticos y se dejan maquillar y peinar por otras mujeres. Estos lugares no están señalizados con carteles, pero su afluencia constante los delata.

Salón de belleza en Arabia Sudí/ Fuente: Stella-Amat

Fuente: AFP
No son pocas las influencers islámicas que han conseguido millones de seguidores en redes sociales como Instagram o YouTube en cuestión de meses, mostrando al mundo sus increíbles maquillajes y rutinas de belleza bajo el velo. La mayoría aparecen tapando solo su pelo, pero a continuación veremos a una joven que enseña en su canal de YouTube diferentes estilos de maquillaje para ojos, siempre con un nicab completo puesto. En ningún momento la vemos más que los ojos, e incluso al final de algunos de sus vídeos cubre también su mirada con otra prenda antes de salir a la calle.
Instagramers con hiyab
Sin embargo, mujeres árabes como la reina de Jordania, Rania Al-Abdullah, o la Princesa de Arabia Saudita, Ameerah Al-Taweel, luchan cada día por los derechos de las mujeres en Oriente Medio, y abogan por el fin del burka y vestimentas que tapen el cuerpo femenino contra su voluntad. Ellas mismas visten de manera occidental, y sus estilismos han sido plasmados en todas las revistas de moda del mundo.
Instagram de la reina Rania de Jordania
