En una de esas tardes en la que se escribe la historia, Rafael Nadal saltó a la pista que lleva su nombre con el objetivo de levantar una vez más los 13 kilos que atesora la copa de campeón.
Por décima vez, Rafael Nadal levantaba los brazos en señal de victoria en la pista central de Montecarlo, después de que Albert Ramos, que ha cuajado la mejor semana tenística de su carrera, cometiera una doble falta para entregarle el trofeo al jugador balear.