No se es ni machista ni feminista, como no se es ni racista ni antirracista o ni homófobo ni no homófobo, porque el machismo y el feminismo no son lo contrario.
Llegó el momento. Sofá, mantita y peli. Preparas las palomitas y te diriges al salón con la intención de pasarte al menos dos horas en el sofá, sin que nadie te moleste. Empieza la película y, de repente, sale ese actor que viste en otro